¿Creéis en fantasmas?

¿Habeis visto el proyecto de la bruja de Blair? ¿Que credibilidad os merece?

Esa explicación de los deja vu seguro que tiene una base científica, Tópico.

No creo que el alma esté relacionada con los sueños, JR. Como ya conté, fui sonámbulo durante la infancia. Nada grave, simplemente andar por la casa dormido y esas cosas. Mis padres se limitaban a devolverme a la cama. Nunca recordé un sueño.

Lo que sí recuerdo, por la sensación angustiosa, fue la última vez de la que tengo constancia de un episodio de sonambulismo. Durante una pesadilla me levanté dormido. A mitad de camino hacia la habitación de mis padres (vivíamos en un piso muy grande con un pasillo enorme) empecé a despertarme, entre sueños vi el pasillo, miré hacia atrás y ví la pesadilla, que era un batiburrillo de animales que me perseguían, elefantes, tigres, jirafas y no recuerdo bien. Corrí hasta entrar en el cuarto de mis padres que acababan de meterse en la cama y tenían la luz encendida. Recuerdo a mis padres preguntarme ¿Qué te pasa?, los veía con claridad, miraba para atrás y veía a los animales que se difuminaban.

Una sensación curiosísima, ver la realidad y el sueño al mismo tiempo. Seguro que también tiene una explicación neuronal.

Epitafio: jugadas de la mente.

Epitafio: Mi mujer, en el colegio, y yo, durante la carrera, tuvimos una compañera encantadora, aunque muy introvertida. Hace relativamente poco, un ex-amigo, hablando de ella, de lo rara que era de pequeña, de sus continuas y prolongadas ausencias a clase (cuando niña), de su timidez, etc, me contó una historia difícil de creer. Sufría fenómenos paranormales.

Jaime escribió:Esa explicación de los deja vu seguro que tiene una base científica, Tópico.

No creo que el alma esté relacionada con los sueños, JR. Como ya conté, fui sonámbulo durante la infancia. Nada grave, simplemente andar por la casa dormido y esas cosas. Mis padres se limitaban a devolverme a la cama. Nunca recordé un sueño.

Lo que sí recuerdo, por la sensación angustiosa, fue la última vez de la que tengo constancia de un episodio de sonambulismo. Durante una pesadilla me levanté dormido. A mitad de camino hacia la habitación de mis padres (vivíamos en un piso muy grande con un pasillo enorme) empecé a despertarme, entre sueños vi el pasillo, miré hacia atrás y ví la pesadilla, que era un batiburrillo de animales que me perseguían, elefantes, tigres, jirafas y no recuerdo bien. Corrí hasta entrar en el cuarto de mis padres que acababan de meterse en la cama y tenían la luz encendida. Recuerdo a mis padres preguntarme ¿Qué te pasa?, los veía con claridad, miraba para atrás y veía a los animales que se difuminaban.

Una sensación curiosísima, ver la realidad y el sueño al mismo tiempo. Seguro que también tiene una explicación neuronal.

Epitafio: jugadas de la mente.

Epitafio: Mi mujer, en el colegio, y yo, durante la carrera, tuvimos una compañera encantadora, aunque muy introvertida. Hace relativamente poco, un ex-amigo, hablando de ella, de lo rara que era de pequeña, de sus continuas y prolongadas ausencias a clase (cuando niña), de su timidez, etc, me contó una historia difícil de creer. Sufría fenómenos paranormales.

Y ahora es cuando decimos...

PosTKaka: ... que fenomenos?

Jaime escribió:...Lo que sí recuerdo, por la sensación angustiosa, fue la última vez de la que tengo constancia de un episodio de sonambulismo. Durante una pesadilla me levanté dormido. A mitad de camino hacia la habitación de mis padres (vivíamos en un piso muy grande con un pasillo enorme) empecé a despertarme, entre sueños vi el pasillo, miré hacia atrás y ví la pesadilla, que era un batiburrillo de animales que me perseguían, elefantes, tigres, jirafas y no recuerdo bien. Corrí hasta entrar en el cuarto de mis padres que acababan de meterse en la cama y tenían la luz encendida. Recuerdo a mis padres preguntarme ¿Qué te pasa?, los veía con claridad, miraba para atrás y veía a los animales que se difuminaban.

JUMANJIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Yo he sido (y soy aunque ya en mucha menor medida) sonámbulo al igual que tú, Jaime. Ya en edad adulta han sido episodios muy, muy esporádicos, pero cuando era niño era más habitual. Mis padres se llevaron sus buenos sustos al principio, pero sabían que por lo general era suficiente con hablarme de forma suave y pedirme que volviera a la cama para que yo obedeciera. Y por lo que recuerdo nunca les hizo falta despertarme.

Por cierto, siempre se ha dicho que es peligroso despertar a un sonámbulo, he llegado a leer que incluso podía provocarle un ataque cardíaco o daño cerebral... pero lo considero más una leyenda que algo con fundamento. Al menos no he tenido nunca noticia de un caso así.

A mi nunca me despertaron, me decían que me fuera a la cama y como mucho me ponían la mano en la espalda. Ese día me desperté yo.

Por lo que he leído no hay ningún problema en despertar a un sonámbulo. Es curioso que sigas teniendo episodios de mayor, Mirza. Yo no he vuelto a tener ninguno (o no me los han comentado). Estoy bastante pendiente de mis hijos, mas que nada por que yo vivía en un piso, pero ellos lo hacen en una casa con sus escaleras, barandilla y demás elementos que pueden representar peligro.

Amparo (es el nombre real, no creo que lea este foro), aproximadamente desde los diez años, faltaba con frecuencia a clase, en ocasiones durante períodos de una o dos semanas. Los niños a esa edad no le dan mucha importancia a esos temas, basta con un "estuve enferma". Tampoco es llamativo tener un compañero introvertido, tímido o inseguro, son aspectos de la personalidad.

Según me comentó mi ex-amigo (y tengo constancia), de pequeño era el compañero mas cercano de Amparo. El caso es que un día, estudiando juntos no sé qué examen, y ante la insistencia del muchacho sobre la causa de sus continuas enfermedades, Amparo (entonces ya debía tener catorce o quince años), le comentó en rigurosa confidencia lo que estaba viviendo.

Al parecer le ocurrían cosas raras del tipo:

- Se despertaba de madrugada. Miraba el reloj y eran las dos en punto. Como no tenía sueño leía un poco, le entraba la modorra, miraba el reloj y veía que seguían siendo las dos en punto. Cuando era mas pequeña apagaba la luz y trataba de conciliar el sueño, un poco descocertada. Conforme se fue haciendo mayor tomó mas precauciones, comprobar que el aparato tenía pilas, levantarse ir a la cocina para comer unas galletas, comprobar la hora en otros relojes, etc. El resultado era el mismo, no transcurría el tiempo hasta que se dormía nuevamente.

- Hacía los deberes (siempre fue aplicada) con un boli vic. Escribía concentrada, terminaba la tarea, buscaba la tapa y no la encontraba en la mesa, levantaba libros y libretas y nada. De repente subía la vista y se encontraba con la tapa flotando delante de su cabeza.

Le ocurrían más cosas que ahora no recuerdo. Todas ellas la llevaron a encerrarse en sí misma, le indujeron períodos depresivos al no entender lo que le ocurría y negarse a comertarselos a su madre (me parece que era huérfana de padre) por miedo a que pensaran que estaba enferma.

La cuestión es que la pobre no levantó cabeza hasta que un día su madre habló directamente del tema. Le preguntó si le pasaban cosas raras. La niña confirmó alguna entre sollozos. Ante su sorpresa la madre la tranquilizó, ella había tenido y tenía vivencias similares. No le afectaban a la vida cotidiana.

Esta historia solo la esuché yo, según mi ex-amigo, y nunca se la conté a nadie (salvo a mi mujer). Así me lo pidió y además no me parece correcto difundirla, por respeto a Amparo (aunque actualmente no tengo relación con ella mas allá de un hola y adiós). Santiago es muy pequeño. Y lo mas probable es que sea un rollo macabeo, no me fío de la fuente. Un tío que decía haber participado en Ouijas con terribles efectos y cosas del estilo.

Epitafio: en todo caso me pareció una buena historia.

Si realmente tuvo ese tipo de experiencias a menudo, no me extraña que la muchacha pasara por periodos depresivos. Una cosa es recordar haber tenido experiencias extrañas o que podrían deberse a fenómenos paranormales como las que aquí hemos relatado una o dos veces en tu vida, y otra bien distinta sufrirlas con frecuencia.

En cuanto al sonambulismo, en mi caso los episodios ya son muy, muy esporádicos. El último del que tengo información fue hace un año o quizás más. Según me contó mi mujer al día siguiente, me levanté en mitad de la noche, entré en el baño del dormitorio, abrí el grifo y lo tuve abierto un buen rato. A ella, que tiene el sueño más ligero desde que nació la niña hace algo más de cuatro años (yo no, yo sigo siendo un tronco, jeje), le extrañó y se levantó. Cuando entró al baño, yo estaba lavándome las manos (debía llevar haciéndolo uno o dos minutos). Ella me habló y yo le contesté algo que ella no entendió. En ese momento se dió cuenta de que no estaba despierto, y me pidió que volviera a la cama. Yo le volví a contestar en ese mismo lenguaje ininteligible, cerré el grifo y me acosté. Y a la mañana siguiente no recordaba nada, lógicamente.

Pero ya digo que este tipo de cosas son ya muy raras. De niño sí era más habitual, con paseos por la casa incluídos.

Yo también sonambuleaba de chinorrín cosa mala (por cierto, quien quiera revisar el tema desde un punto de vista satírico, que repase los acontecimientos caseros paterno-filiales del cabo Gutierrez en esa obra magna titulada "Amanece, que no es poco").

Al hilo de la cita que acabo de dejar: en una de mis salidas nocturnas, contando yo con unos seis años, dicen que, tras visitar lo que los portugueses llaman "casa de banho" y desestimar sus correspondientes saneamientos cerámicos, opté por miccionar en el segundo cajón de la mesilla de noche de mi hermana, a la sazón siete años mayor que yo.
Creo que en algunos documentos, aún consevados dada su importancia, todavía quedan restos de tan áurea acción.