Siento tener que apoyarme en Daimiel para esto...pero es que no puedo estar mas de acuerdo

La de veces que he dicho que me parecia un robo que Bryant aun no fuera MVP de la temporada y hoy, como caido del cielo, me encuentro con esto en el blog de Daimiel...no puedo estar mas de acuerdo contigo Antoni, gracias por mandarme un ordago para todos aquellos que como Jaime (creo que era el el que me lo dijo) necesitan que estas cosas las diga Daimiel y no yo, cosa normal tambien por otro lado pa que nos vamos a engañar...jajajaja.

LA MENTIRA CON FINAL FELIZ

Ha sido durante años el anticristo. Un concentrador de denuncias de
egoísmo. Los egoístas tenían a quién acusar para liberarse de la culpa.
Apareció con dieciocho años, se vistió la camiseta de los Lakers y
empezó a tirar, a jugarse los lanzamientos decisivos, a discutir la
opinión de sus entrenadores, el liderazgo de O'Neal e incluso la
autoridad de Michael Jordan en un partido de las estrellas. Ha dado
toda una exhibición de expresión gestual y corporal de chulería y
vanidad. Sus maneras de chupón llevaban al aficionado a desacreditar su
nivel baloncestístico. Su dificultad para crear una imagen pública
sencilla y transparente le sentenciaron entre la prensa deportiva.

En sus problemas y en su divorcio con Shaquille O'Neal todo el mundo
se alineó junto a la mole. La frustración de la derrota en la final del
2004 contra los Pistons consumó la ruptura. Los Lakers apostaron por
Bryant y Shaq se fue a los Heat. Los acontecimientos posteriores
demostraron que a O'Neal le restaban dos años a gran rendimiento (y en
uno de ellos pudo ganar otro anillo). Eso fue lo que los Lakers
sacrificaron. Lo que pudo haber sido y no fue esconde la posibilidad de
dos anillos más, a sumar a los tres que lograron juntos. El desarrollo
de los hechos carga ahora de razón a los Lakers porque tres años
después ya han disfrutado de un equipo aspirante al título y han visto
a Bryant recibir el MVP. La opinión pública (¿única?) ahora dice que
Bryant es generoso y trabaja en equipo. El mismo que era acusado de
egoísta, egocéntrico, violador y mal compañero ahora es dibujado
rodeado de generosidad y trabajo en equipo. La estadística,
indiscutible, nos dice que Bryant ha tenido otras cuatro temporadas con
mejores números en asistencias que en esta última.

Yo me apunto a la corriente marginal de que a partir de su segunda o
tercera temporada Bryant fue siempre así de bueno, como ahora. La
literatura y los guiones de Hollywood han querido relatar una historia
de, como dice Brian Shaw, bendición y maldición. Les encantan las
historias de redenciones, de chicos malos con final feliz. Bryant
merecía antes el MVP. Merece más MVP's. Es el mejor jugador del mundo
de la última década. Sin duda. Sin comparación posible.

Yo no estoy de acuerdo.






Es broma, jeje.

Morris escribió:Yo no estoy de acuerdo.






Es broma, jeje.

Tu que sabes...

Por cierto Carlos, ¿haces este verano el viaje ese que decias que ibas a hacer?

¿Que viaje?

Es el nombre de posteo más largo que leí en mi vida

Es lo que llevo diciendo hace 1000 años, tenia mucho merito promediar 5 ast con los jugadores que le rodeaban... el año pasado sin ir mas lejos, sin un mvp claro lo merecia bryant...

Sin embargo este año, por las actuaciones exclusivas de este año... lo merecia mas lebron o incluso paul...

PosTKaka: Y los que criticaban a Kobe de chupon, sospecho que pasaran a criticar a LeBron por ello a pesar de promediar lo que promedia...

Drackoon escribió:La de veces que he dicho que me parecia un robo que Bryant aun no fuera MVP de la temporada y hoy, como caido del cielo, me encuentro con esto en el blog de Daimiel...no puedo estar mas de acuerdo contigo Antoni, gracias por mandarme un ordago para todos aquellos que como Jaime (creo que era el el que me lo dijo) necesitan que estas cosas las diga Daimiel y no yo, cosa normal tambien por otro lado pa que nos vamos a engañar...jajajaja.

LA MENTIRA CON FINAL FELIZ

Ha sido durante años el anticristo. Un concentrador de denuncias de
egoísmo. Los egoístas tenían a quién acusar para liberarse de la culpa.
Apareció con dieciocho años, se vistió la camiseta de los Lakers y
empezó a tirar, a jugarse los lanzamientos decisivos, a discutir la
opinión de sus entrenadores, el liderazgo de O'Neal e incluso la
autoridad de Michael Jordan en un partido de las estrellas. Ha dado
toda una exhibición de expresión gestual y corporal de chulería y
vanidad. Sus maneras de chupón llevaban al aficionado a desacreditar su
nivel baloncestístico. Su dificultad para crear una imagen pública
sencilla y transparente le sentenciaron entre la prensa deportiva.

En sus problemas y en su divorcio con Shaquille O'Neal todo el mundo
se alineó junto a la mole. La frustración de la derrota en la final del
2004 contra los Pistons consumó la ruptura. Los Lakers apostaron por
Bryant y Shaq se fue a los Heat. Los acontecimientos posteriores
demostraron que a O'Neal le restaban dos años a gran rendimiento (y en
uno de ellos pudo ganar otro anillo). Eso fue lo que los Lakers
sacrificaron. Lo que pudo haber sido y no fue esconde la posibilidad de
dos anillos más, a sumar a los tres que lograron juntos. El desarrollo
de los hechos carga ahora de razón a los Lakers porque tres años
después ya han disfrutado de un equipo aspirante al título y han visto
a Bryant recibir el MVP. La opinión pública (¿única?) ahora dice que
Bryant es generoso y trabaja en equipo. El mismo que era acusado de
egoísta, egocéntrico, violador y mal compañero ahora es dibujado
rodeado de generosidad y trabajo en equipo. La estadística,
indiscutible, nos dice que Bryant ha tenido otras cuatro temporadas con
mejores números en asistencias que en esta última.

Yo me apunto a la corriente marginal de que a partir de su segunda o
tercera temporada Bryant fue siempre así de bueno, como ahora. La
literatura y los guiones de Hollywood han querido relatar una historia
de, como dice Brian Shaw, bendición y maldición. Les encantan las
historias de redenciones, de chicos malos con final feliz. Bryant
merecía antes el MVP. Merece más MVP's. Es el mejor jugador del mundo
de la última década. Sin duda. Sin comparación posible.

Se puede decir mas alto, pero no mas claro....estoy de acuerdo con lo que dice Daimiel

Preseeente, servidooorrrr. Si, fui yo.

Ya había leído el artículo de Daimiel. Hubo un tiempo en el que participé, esporádicamente, en su blog.
Poco me faltó para escribir un mensaje en este foro sobre su comentario.

Discrepo en lo fundamental. De hecho he escuchado muchas veces a Daimiel decir que en su opinión el mejor jugador de la década era Duncan, en lo que estoy completamente de acuerdo.

Yo he criticado a Kobe por ser excesivamente egoista en el campo, incluso egocéntrico, soberbio. No me arrepiento, creo que así era. Todo jugón necesita tener estas peculiaridades, Kobe las tenía en exceso.

A pesar de todo yo le hubiese dado el MVP las dos temporadas precedentes (así lo dije en el foro). Siempre lo he considerado un extraordinario jugador.

Kobe no ha sido siempre así de bueno, ahora es mejor, es capaz de hacer jugar a sus compañeros, de ceder los tiros importantes si otros están mejor situados, de sacrificarse, cosa que antes no hacía.

Epitafio: he dicho.
Epitafio: a ver si localizo otro artículo de Daimiel hablando de Duncan.

Daimiel escribió:
Ha sido durante años el anticristo. Un concentrador de denuncias de
egoísmo. Los egoístas tenían a quién acusar para liberarse de la culpa.
Apareció con dieciocho años, se vistió la camiseta de los Lakers y
empezó a tirar, a jugarse los lanzamientos decisivos, a discutir la
opinión de sus entrenadores, el liderazgo de O'Neal e incluso la
autoridad de Michael Jordan en un partido de las estrellas. Ha dado
toda una exhibición de expresión gestual y corporal de chulería y
vanidad. Sus maneras de chupón llevaban al aficionado a desacreditar su
nivel baloncestístico. Su dificultad para crear una imagen pública
sencilla y transparente le sentenciaron entre la prensa deportiva.

En sus problemas y en su divorcio con Shaquille O'Neal todo el mundo
se alineó junto a la mole. La frustración de la derrota en la final del
2004 contra los Pistons consumó la ruptura. Los Lakers apostaron por
Bryant y Shaq se fue a los Heat. Los acontecimientos posteriores
demostraron que a O'Neal le restaban dos años a gran rendimiento (y en
uno de ellos pudo ganar otro anillo). Eso fue lo que los Lakers
sacrificaron. Lo que pudo haber sido y no fue esconde la posibilidad de
dos anillos más, a sumar a los tres que lograron juntos. El desarrollo
de los hechos carga ahora de razón a los Lakers porque tres años
después ya han disfrutado de un equipo aspirante al título y han visto
a Bryant recibir el MVP. La opinión pública (¿única?) ahora dice que
Bryant es generoso y trabaja en equipo. El mismo que era acusado de
egoísta, egocéntrico, violador y mal compañero ahora es dibujado
rodeado de generosidad y trabajo en equipo. La estadística,
indiscutible, nos dice que Bryant ha tenido otras cuatro temporadas con
mejores números en asistencias que en esta última.

Yo me apunto a la corriente marginal de que a partir de su segunda o
tercera temporada Bryant fue siempre así de bueno, como ahora. La
literatura y los guiones de Hollywood han querido relatar una historia
de, como dice Brian Shaw, bendición y maldición. Les encantan las
historias de redenciones, de chicos malos con final feliz. Bryant
merecía antes el MVP. Merece más MVP's. Es el mejor jugador del mundo
de la última década. Sin duda. Sin comparación posible.

NO estoy de acuerdo... Y es que antes era muy bueno pero era un chupon de campeonato... Se tiraba hasta las zapatillas... Y ahora ha cambiado. Ha cambiado mucho. Y juega en equipo... Ojalá hubiese coincidido con Shaq mas tarde... Y si hay que tirarse las playeras se las tira...

Me sorprende que Daimiel vea a Bryant así... Aunque en los números parezca que juega igual, personalmente creo que ahora juega mucho mas con sus compañeros... Y no solo dando asistencias...