Lock-Out, nuevo CBA, noticias, rumores y otras cosas de pedir...

De lo que he podido ir mirando y descartando para ver cómo anda el estado de las negociaciones para la aprobación de un nuevo convenio colectivo (el presente CBA finaliza el 30 de junio), al parecer el gran muro que separa a propietarios de jugadores vuelve a ser, como ya pasase en 1998, el de la reducción salarial...


... los jugadores cobran en concepto global alrededor del 57% del total del capital que se mueve en la NBA, lo cual incluye salarios y contratos publicitarios. La idea de los propietarios de las franquicias, previo acuerdo con la liga, es que este porcentaje se reduzca hasta una cifra por debajo del 50%, con la consecuente reducción proporcional de cada contrato a nivel individual y de ingresos publicitarios, que se repartirían por igual entre las franquicias. Ahí es donde viene el principal punto de choque, en el que los jugadores no quieren ceder un ápice alegando suponer esta medida dos pasos atrás en proporción al convenio colectivo firmado en su momento, considerando esta medida mucho más restrictiva de la pretendida hace ya más de diez años...



... por otro lado, tenemos el conflicto entre franquicias, donde se aprecia una más que palpable "lucha de clases". Los propietarios de franquicias modestas exigen una mayor inflexibilidad a la hora de permitir casos como el de Miami Heat, donde, debido a la exitosa fuente de ingresos publicitarios que supuso para la liga el fichaje de Lebron James y Chris Bosh, se permitió a la franquicia superar el límite salarial acudiendo a tretas legales para serle permitido superar el tope salarial sin serle exigido un impuesto de lujo excesivo que debiera satisfacer el perjuicio del resto de franquicias. Como quiera que no ya sólo son los Heat, sino que son varias las franquicias que superan el límite salarial, una buena parte de los propietarios de franquicias exigen a la liga un límite salarial cerrado sin concesiones que obligase a los equipos que lo exceden a tener que reducir el sueldo a sus jugadores, lo cual estaría también directamente relacionado con el asunto anterior, o bien verse obligados a traspasarlos a equipos con espacio salarial suficiente para hacerse cargo de sus fichas. ¿La idea? Una liga más competitiva y com más alternativas, postura que casa con la intención de David Stern. Como es de esperar, las franquicias afectadas se cierran en banda a este extremo...




... con todo, y añadiendo flecos a los que más o menos se llegan a ciertas posturas encontradas, lo cierto es que por ahora no hay ni un solo punto de aproximación en cuanto a los temas más candentes, y, aunque aún quedan más de dos meses para la finalización del presente convenio colectivo, el problema empieza cuando los equipos deban empezar a prepararse de cara a la próxima temporada (sorteo de draft, traspasos, descartes, concentraciones, liga de verano...) y no se vea el sol en el horizonte...









Sobre la bocina: y en Europa, varios son los equipos que se empiezan a frotar las manos...

No es tanto que la NBA haya dejado ser rentable como que se haya permitido que se haya inflado de un modo brutal, pudiéndose usar, por ejemplo, el símil de la especulación inmobiliaria. Ejemplo práctico: Michael Heisley lleva años intentando vender la franquicia de Memphis Grizzlies, que la compró a precio muy razonable cuando aún estaba en Vancouver, ya que durante tiempo ha estado generándole más pérdidas que beneficios. Todas las ofertas recibidas han sido muy inferiores a los solicitado por éste, que de últimas había estudiado la opción de ser la principal candidata para que Seattle volviese a tener a sus Supersonics. Es, afortunadamente, gracias a una mayor afluencia de público, sobre todo este año, y a un incremento de los ingresos publicitarios por parte del sector empresarial de la zona, por lo que se ha podido equlibrar la balanza y permitir la renovación de jugadores como Gay, Conley o, ahora, Randolph, pero la franquicia sigue sin ser excesivamente productiva debido, precisamente, al enorme desembolso que deben hacer para atar a sus estrellas en proporción al capital acumulado. Y como Memphis, la mayoría de franquicias. Si a ello le unimos que las franquicias poderosas se permiten usar un luxury tax que en proporción no compensa al resto, pues son muchas más las franquicias modestas que las que no lo son y el reparto equitativo del impuesto de lujo del que una parte se queda la liga resulta ridículo a efectos particulares, es lo que ha llevado a solicitar ese tope salarial inflexible para todos, de manera que haya una mayor igualdad entre las partes, extremo que la NBA contempla desde cierta perspectiva, pues, por un lado, es lo que Stern viene buscando desde hace tiempo, pero, por otro, le puede suponer pérdidas económicas en materia de compensaciones de capital y, posiblemente, de ingresos publicitarios...









Sobre la bocina: Jose, vaya si te has hecho de rogar. Me alegro de leerte otra vez...