El Trash Talk

Me ha parecido muy interesante el tema y aquí lo pongo:
El Trash Talk ("hablar basura” traducido vagamente al Castellano) es el arte de intimidar al rival poniendo a prueba el ingenio y las agallas, sin caer en el insulto. Pero para hacerse un hueco en este selecto grupo de 'vacilones' varios hay que tener mucha reputación en la liga.

¿Cuál es el perfil del Trash Talker? Jugador bastante veterano. Líder de su equipo. Con desparpajo. Buen conocedor de la psicología humana y de los puntos débiles de su rival. ¿Su objetivo? Poner a los indefensos rookies en su sitio. Callar las bocas de oponentes engreídos. Divertirse. Añadirse un poco más de presión para jugar mejor. Pero por encima de todo, buscar el desequilibrio emocional del rival para sacarle de sus casillas.

Esta práctica se suele relacionar con el boxeo donde los insultos de uno de los contendientes -generalmente dirigidos a la progenitora del rival- calientan a éste hasta el punto de provocar una conducta antideportiva en el contrincante de la que se beneficia el Trash Talker. Y es que, para muchos, una de las claves del éxito de Mohammed Ali residía en su capacidad para “picar” y confundir al oponente en el ring.

Afortunadamente, en la NBA, el Trash Talk suele servir para alimentar el espíritu competitivo de dos jugadores y rara vez se ha llegado a las manos por culpa de algún ‘bocazas".

Aunque es difícil adjudicar el cartel de “Trash Talker por excelencia” a un jugador en concreto, muchos entendidos señalan a Larry Bird como el mayor ‘bocas’ de la historia de la NBA. Antes del inicio del concurso de triples del All-Star de Dallas de 1986, el mítico 33 de los Celtics preguntó a sus contrincantes: “¿Quién va a quedar segundo hoy?”. Adivinen quien ganó... Tampoco se quedó atrás su regalito de navidad para Chuck Person. Los Celtics se medían a los Pacers un 25 de Diciembre y, antes del inicio del partido, Larry Bird le prometió a ‘Chuck’ que le haría un regalo por navidad. ‘Pájaro’ recibió un balón en la esquina del campo pegada al banquillo de los Pacers y en cuanto el balón salió de sus manos, Bird le dedicó un “Merry Christmas” a Person. El triple entraría, por supuesto, y el escolta miraba cariacontecido a sus compañeros ante una semejante demostración de sangre fría por parte de Larry Bird, la misma que había demostrado en el shootout contest del All-Star de Chicago cuando levantó su dedo índice en señal de victoria antes de que el balón entrase. Tampoco se salvó Reggie Miller de la humillación del que sería su entrenador durante tres temporadas. En un intento desesperado por cambiar el signo de un partido adverso, el entonces rookie de los Indiana Pacers dio un par de gritos para desconcentrar a Larry Bird que criticó la osadía del joven escolta mientras anotaba los dos tiros libres… ¡mirando a Reggie Miller! Más de lo mismo le ocurrió a J.R Reid, que había dejado las canchas durante una temporada para dedicarse a la religión. Larry Bird le clavó 50 puntos y le sugirió que se tenía que haber quedado rezando.

Poco afortunadas fueron las declaraciones de Charles Barkley durante los playoffs de 1994. Los Suns iban 3-0 a favor en la eliminatoria de playoff frente a Houston. “El gordo”, en un mayúsculo alarde de prepotencia declaró que se había afeitado para estar más guapo cuando los Suns se clasificasen. Los Suns perdieron ese partido… y los tres siguientes. También metió la pata cuando declaró que el día que Yao Ming metiese 20 puntos, besaría el trasero de un burro. Yao Ming no tardó en anotar las dos decenas y Barkley cumplió su promesa en un plató de televisión.

Otro consumado experto en materia de trash talking es Gary Payton. “Estuvo todo el partido provocándome pero como yo no entendía nada de inglés no le funcionó y me miraba como pensando: que duro es este tío”. Impagables palabras de Calderón refiriéndose al veterano base de los Heat que muestran el carácter provocador de “The Glove”. Payton siempre consigue sacar a su par del partido y por ello supera con mucha frecuencia los límites de la deportividad. Y es que, a día de hoy, Payton ostenta el dudoso honor de ser el segundo jugador que más técnicas acumula en la historia de la NBA. El último incidente lo tuvo en Diciembre, cuando increpó más de la cuenta a Lamar Odom que afirmó que lo que le dijo Payton “le podría haber causado problemas fuera de la pista”. “Si quiere llamar a sus amigos para que esto se resuelva en la calle, le tengo que decir yo también tengo los míos”-le respondió “el guante” en tono poco conciliador. Tampoco tiene desperdicio el cruce de declaraciones que tuvieron Michael Jordan y el propio Gary Payton cuando el base afirmó que él “también podía comprar Ferraris”. Michael Jordan sentenció que Payton “puede comprarse Ferraris, a mí me los regalan”.

“Air” también puede presumir de haber hecho sus pinitos en el mundo del Trash Talk. Jordan siempre se refugiaba en las críticas de los rivales para ‘picarse’ a si mismo. Tanto es así, que en épocas de escasa crítica a su juego, ponía palabras en boca de sus rivales que en realidad nunca se pronunciaron. LaBradford Smith era un alero que en sus tres años de carrera NBA nunca superó los 9 puntos por partido. Su carrera fue tan discreta que apenas es conocido por meterle 36 puntos a Michael Jordan una noche. A Su Majestad esto no le sentó nada bien y calentó el duelo que la noche siguiente volvería a enfrentar a Bullets y Bulls señalando que, al final del partido de la noche anterior, Smith le había increpado. Ante este imaginario panorama, Jordan prometió que iba a alcanzar los 37 puntos de Smith… ¡antes del descanso! Jordan estuvo a punto de cumplir su promesa ya que sumaba 36 puntos al final del segundo cuarto. Años más tarde confesó que Smith no le había dicho nada, y que se inventó ese culebrón para superarse a si mismo.

Para culebrones, los desencuentros entre Shaq y Kobe que han dado lugar interesantísimos Trash Talks. Cuando ambos compartían vestuario en los Angeles, en la temporada de los cuatro fantásticos, los despotriques de uno y otro estaban a la orden del día. Aquí van algunas de las frasecitas que nos dejaron los dos protagonistas:

“Kobe podría dejar de abusar tanto de su tiro y jugar más en equipo ahora que tiene problemas físicos”. Con estas palabras de O’Neal empezó el conflicto que significaría, a la postre, la marcha del pívot a los Heat.

“Si pedir una extensión de un contrato de 30 millones de dólares cuando dos futuros integrantes del hall of fame juegan en tu equipo casi gratuitamente es ser un líder, entonces Shaq sí que es un líder”- Kobe Bryant.

"Yo no soy Luc Longley ni Dikembe Mutombo, no puedo correr 13 minutos sin tocar el balón. Este equipo debe jugar hacia dentro, así funcionaron las cosas el año pasado y quien quiera cambiarlas es solo por puro egoísmo.”- Shaquille O’Neal refiriendose al individualismo de Kobe.

“Podéis preguntarles a Karl o Gary por quién vinieron a jugar aquí. Por una persona, no por dos. Una, que quede claro”- Shaquille O’Neal insinuando que Payton y Malone habían firmado por los Lakers para jugar junto a él.

Algo menos mediático y bastante más sano fue el ‘pique’ que existía entre Reggie Miller y el director de cine y fanático de los Knicks, Spike Lee. Cuando Reggie se levantaba para clavar uno de sus triples mortíferos en el “clutch time” siempre buscaba con la mirada a un abrumado Spike Lee, que desde su asiento en la primera fila del pabellón asistía una y otra vez a las victorias de los Pacers. La rivalidad no se extendía más allá de la cancha e incluso Reggie y Spike se fundieron en un emotivo abrazo cuando el escolta disputó su último partido en el Madison. Entre las puyitas que nos dejaron los dos protagonistas está el famoso “Spike who?” de Reggie Miller, cuando, tras una victoria de los Pacers en Nueva York, le preguntaron por su rivalidad con el director.

La rivalidad tiene su origen en la final de la Conferencia del Este de 1994. Lee se dedicó a increpar al ya retirado jugador a base de insultos y gestos obscenos. Reggie no cayó en el insulto verbal y respondió como mejor sabía: clavando balones estratosféricos cuando el balón quemaba y cuando no, también. A pesar de la excelente actuación de “The Killer” durante los 7 partidos que duró la serie, los Knicks vencieron y Spike se tomó su revancha particular. “Si le provoqué mientras duró su carrera es porque Reggie siempre me pareció el mejor”-reconoció Spike Lee quitándole hierro a la rivalidad que existía entre los dos. “Si me hubiesen dado a elegir entre Allan Houston y Reggie Miller no sé con quien me habría quedado, los dos fueron dos grandísimos jugadores.”-concluyó el director neoyorquino.

Una de las sensaciones de la NCAA, el jugador de Gonzaga, Adam Morrison es, a parte de un fantástico jugador, un sensacional Trash Talker. Su víctima preferida es Cory Belser, jugador de San Diego que se quejó de que Morrison le había dicho que no le importaría que un tren lo arrollase y lo matase. El de Gonzaga desmintió semejante afirmación. Este y otros desencuentros con Belser y con los jugadores de San Diego le han costado el odio de los aficionados Californianos que se burlaron del jugador pintándose un bigote como el suyo, pero el alero se lo tomó “como un complimento. Estoy muy agradecido a la afición de San Diego.”

Mohammed Ali fue el precursor, Larry Bird fue el primer gran Trash Talker en el mundo de el baloncesto, Shaq promete seguir dando guerra aunque se haya apaciguado su conflicto con Kobe y Adam Morrison asegura el futuro del Trash Talking en las canchas de la NBA. Hay polémica para rato…

¿De que año es esto? Morrison promete poco en cualquier sentido...


No pone lo mejor de la escena entre Bird y Miller. Fue algo asi como, tras el grito de Reggie, Bird coge el balon para el primer libre:

-¿Bromeas, novato?


Flop


-Soy el mejor tirador de la historia.


Flop


Y todavia hay gente a la que le cae mal.

Otro ejemplo de trash talk...

Artest vs Kobe, hará 2 años.

La discusión era algo así.

A: Kobe, no estas preparado para enfrentarte a mí.

K: ¿lo dices en serio?, risas, ¿eres comediante ahora?

Un ejemplo de trash talking y provocación continua es el racista, macarra y sucio de KG, no es nuevo su piques con balquitos nuevos. Gasol, Lee o Bogut pueden dar fe de ello.

Lo bueno es cuando sus rivales no se acojonan, como Calderón el día que se le puso en plan "me suda la polla que me saques cabeza y media, yo soy español".

Now it's dark: Y si miramos un poco más atrás, el mate "in your fuckin' face" de Pau, que fue uno de los mayores OWNED de la década en la NBA.

Está entretenido, Morris.